Desconectando [Libre]

En una mañana libre decidí ir a un sitio inusual para mi, donde poder desconectar.
Al fin, me vi tendiendo una toalla sobre la fina hierba de la pradera que rodeaba el lago.
Me senté sobre ella, mirando las nubes, el sol, los pajaros, la vida.

No tenía mucho que hacer en Sweet Village, así que creí conveniente buscar un poco de paz fuera de tan bullicioso y concurrido lugar.
Caminé sin rumbo fijo, quizás quería llegar al infinito, no lo sé; pero por lo menos quería sentir la libertad y olvidarme de tantas pesadillas que mi cabeza me brindaba

El lago estaba en silencio, acompañado de la melodiosa voz de los pajaros.
miraba las nubes pasar, imaginandome formas en ellas.
Una suave brisa despeinaba mi pelo, llanando el aire de particulas de mi perfume humano

Un olor muy conocido llegó a mis fosas nasales advirtiéndome la peligrosa cercanía de un humano.

No tenía miedo de atacarla, puesto que aprendí a contener mi sed por medio de sangre de animales, además a las únicas personas a quienes atacaba era a los delincuentes y humanos de mal vivir. Pero no creía que ese aroma fuera el de uno de ellos

Caminé con lentitud hasta ver a una muchacha sentada sobre la hierba, pensando en quién sabe qué. Me recordaba episodios de mi juventud humana y por parte me entristecía mucho

-¿Qué haces?_ Pregunté arquendo una ceja_ Es extraño ver a alguien tan tranquilo

-Oh, Hola- Dije alegre al ver una chica, era una de esas chicas guapas, de esas que perseguian los chicos como tontos.- Pues nada, relajarme un rato, hoy he tenido una jornad de instituto muy densa. Por cierto, me llamo Audrey, es un placer hablar contigo - Dije alegre.

Si me hubiera encontrado en otros tiempos con Audrey, distinta hubiera sido la historia. Quizás la hubiera hecho formar parte de mi grupo, conocer gente importante juntas o simplemente ser alguien muy notable en el instituto

Lástima que ese no era el tiempo, ni este el lugar

-ah, un gusto Audrey..._ Dije a secas_ Supongo que todos tenemos días cansados y aburridos, aunque creo que te gusta disfrutar de las cosas triviales, como el sol, en fin

Me senté en la hierba, alejada de ella por quién sabe cuántos metros

-Si, tienes razón, me intereso por esas pequeñas cosas que a los ojos de la gente pasan desapercibidas, a veces esas cosas son las mas bellas- Dije alegre, Precia una chica, culta educada, alguien decente con quien mantener una buena conversación.



Off: Siento mucho muchissimo el retraso, esuqe ando un poco liada mejorando el foro y esas cosas..

Parpadeé un par de veces.
No entendía mucho el significado de esas trivialidades a estas alturas. Supongo que para ella estaría bien, pero para mí, eso no era más que algo sin importancia

- Supongo..._ Fijé mi mirada en el horizonte_ ¿Cúantos años tienes?

-17- Dije con media sonrisa, supuse que ella tendria mas o menos mi edad, pues no aparentaba mas.
- y tu?

Bueno yo tengo algo de 140. De seguro te gustaría vivir tanto tiempo como yo, claro está, conservando la esencia de la fresca juventud

-También diesciesiete_ Dije acultando una sonrisa_ Considero esta edad, como la edad de los desastres_ Murmuré algo molesta

-Y eso poruqe?- Dije algo divertida, pues nunca lo habia oido, a la gente solian gustarle los diecisiete,

Miré hacia la nada. En verdad no quería hablar nada de lo que había ocurrido conmigo

-Verás, tuve muchos infortunios en esta edad. Me pasaron accidentes_ Dije con extraña sinceridad

-Ah, lo siento, no queria hacerte recordar nada malo- Dije con un poco de culpabilidad por haberla echo recordar.

Desvié mi mirada hacia unos pequeños arbustos.

-No es nada, además no pensaba decirte nada más aparte de eso_ Allí estaba de nuevo mi parte mala_ No te tengo mucha confianza después de todo

De seguro eso era horrible, pero era sincera, aunque muy, muy mala

me quedé un poco calalda, al fin y al cabo tenia razón, no podia pretender que alguien me contara su vida cuando cabababa de conocerla.

-Tienes razón aunque si algun dia necesitas a alguien que te escuche, no dudes en contar conmigo .- Dije con una bondadosa sonrisa.

Solté un bufido

Como si fuera así de fácil confiar en alguien. Especialmente en el almuerzo,
Para mí era muy dificil tener amistades a estas alturas, es decir mi comportamiento no ayudaba y tampoco lo necesitaba. Me abastecía conmigo, mi familia y nadie más

-No hay necesidad, que no lo haré_ Murmuré con la mirada perdida_ No deberías de confiar tan pronto en mí ¿sabes?

-¿Porque? no es que suela confiar enseguida en la gente, pero hay algo en tí que me dice que eres buan persona y que mereces mi confianza.-Dije sincera, esperandoq ue no pensara que estaba loca.

Solté una pequeña risa. Por una milésima de segundo me sentí en total confianza como para mostrarme tan alegre. Mas a la siguiente fracción del segundo restante, recobré mi carácter normal

Me había hecho mucha gracia, eso de ser buena persona.
Ella era muy crédula, ese era el punto problemático. Me preguntaría que diría si supiera que podía matarla en ese momento

-Deberías aprender a no guiarte de las apariencias y no tomar conclusiones precipitadas_ Murmuré mirandola a través de mis pestañas

-Quizás tengas razón- Dije al fin, no era alguien fácil de tratar, pero aun así me caia bien.

Asentí con una fingida sonrisa en el rostro

-Claro, yo siempre he tenido razón en todo lo que digo_ Murmuré con orgullo_ Yo me baso en experiencias, por eso te lo digo con mucha certeza

-Y bueno, vives aquí con tu familia?- Dije cambiando de tema.

Rápidamente se me vino a la mente mi familia humana, aunque al instante borré de mi cabeza esos pensamientos y me puse a pensar en mi familia actual

-Sí, vivo con mis "padres" y mi hermano me... mayor_ Dije recordando que técnicamente Edward era mayor que yo_ ¿Y tú?

-Vivo con mi madre- Dije simple.Recordando a mi padre y mi antigua casa.